Por ejemplo, a la mayoría de las chicas les gustan los juegos preliminares. Esto, además de ayudar a crear vínculos emocionales con la pareja, nos ayuda a elevar nuestro nivel de excitación, muy útil dado que a las chicas nos lleva más tiempo prepararnos para la penetración que a los chicos.
Los besos sensibles siempre son seductores. En el cuello, la cintura, el pecho, las orejas, los labios… pero evitad dejar ‘chupetones’, un ‘chupón’ NO es sexy, no queremos marcas en el cuerpo, puede que en la adolescencia nos divirtiera pero ya somos adultos.
Desnúdate con delicadeza y desnúdala a ella con caricias y mimos, eso aumentará su excitación. Tómatelo en serio, no montes una escenita de streaptese haciendo el tonto porque quedarás mal. No hace falta quitárselo todo, la lencería tanto masculina como femenina es muy sexy y siempre que no nos impida hacer algo, podemos dejarnos las braguitas o el slip puesto.
Durante el sexo intentad no limitar las zonas erógenas a la vagina y los pechos, hay todo un mundo de áreas sensibles en nuestro cuerpo, chicos, de lo contrario, corremos el peligro de caer en la monotonía y el aburrimiento.
El orgasmo no significa que la relación sexual haya acabado. Si ya has eyaculado, no cometas el error de quedarte quieto o dormirte sin más. Eres su amante, no un muñeco. Algún gesto cariñoso siempre es recompensado, piensa que tú habrás acabado pero es posible que ella aún no o quiera más.
En verdad todas esas pequeñas cosas, si molestan, pueden solucionarse con la comunicación entre la pareja. La confianza es clave a la hora de resolver conflictos de pareja ya sea en la cama o en cualquier ámbito de la relación.
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