San Valentín es ese día en el que todo se tiñe de rojo o rosa, el día en el que todo se adorna con corazoncitos, hay bombones por todas partes y ositos de peluche gigantes con mensajes ñoños. El día en que las parejas se dan una cena romántica en casa o en un restaurante fino (reservando antes, claro) o van al cine (este año toca cine con el estreno de “Cincuenta sombras de Grey”) y se dicen ‘te quiero’ constantemente.
Y, como no, la excusa perfecta para el sexo. Y con más motivo este año, que se junta con el estreno de la adaptación cinematográfica de la novela erótica que está volviendo locas a las mujeres (y me incluyo), con más de 180 mil entradas anticipadas vendidas en España, y carnaval, esas fiestas en las que nos solemos desmelenar y convertirnos en quien queramos… En definitiva, la situación propicia para que nadie se quede sin “amor” esa noche. ¿Qué más se puede pedir?
Aprovechando que se celebra esa festividad popular, haz del encuentro sexual algo diferente y disfrázate para tu amante, cambia de personalidad y juega a ser otra persona.
Escapa de la monotonía, que si no es buena a diario, peor es en el sexo.
Pero si no te va eso de disfrazarte, los juguetes eróticos de pareja son otra de las mejores opciones para innovar en la cama… o en el baño, gracias a los juguetitos sumergibles.
Y a la hora de poner en práctica las fantasías sexuales más inconfesables tenemos, por ejemplo, la opción de los accesorios BDSM (incluyendo los de la famosa trilogía de E.L. James). Existen cajas con todo lo necesario para la noche más apasionada del año: pétalos de rosa, esposas, fustas, velas, antifaces, pequeños vibradores, aceite de masaje… Numerosas combinaciones entre las que podemos elegir el regalo perfecto.
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